Hola, niña bonita. Esta es la
respuesta que te debí haber dado cuando me dijiste y/o reclamaste tu disgusto
que evidentemente por mi culpa, te había provocado.
Hola, niña bonita. Así debió
haber comenzado mi respuesta, porque lo eres, pese a todo, una niña bonita. Mi
mejor amiga siempre diciendo la verdad en todo, aunque no estés de acuerdo.
Recuerdo que ella me dijo que no alargara mi respuesta diciendo cosas innecesarias,
pero aun así no le hice caso. Terminé colocando una mega respuesta innecesaria
llena de incongruencias estúpidas y si pudiese regresar el tiempo y volver a
responderte, comenzaría diciéndote lo bonita
que eres.
01/07/2016
07:55
“Buenos días, Enrique. Espero estés
teniendo una grandiosa semana y por hoy, una grandiosa mañana y que tu día se
alargue y llené tu alma de alegría. Te escribo por dos motivos:
1.
Porque
quería saber cómo estabas desde hace
muchos días, tenía ésa necesidad. Y…
2.
Porque
me he topado con algo ésta mañana que me ha incomodado bastante, y para evitar
una imprudencia de las mías, decidí escribirte.
Me ha llegado desde que encendí la
tabla las notificaciones de twitter un comentario de ‘Ella’, y quisiera
preguntarte algo a ti: ¿Tiene necesidad el mundo de saber lo que hice? ¿De qué
manera quieres que me disculpe, Enrique? Vuelvo y repito como aquél lunes en la
mañana, sé lo que hice no estuvo bien, para nadie, y más por la relación que
nosotros teníamos y tantas mentiras no son buenas para la conciencia de uno, y
los sentimientos de los demás. Sin embargo, sé que es difícil de aceptar que
aún esto sucede y que yo quiero comenzar desde cero para demostrarles a los que
me rodean que de verdad puedo cambiar mis mentiras y para demostrarme a mi
primero más que todo, que puedo hacerlo y lo haré.
Ahora, yo te dije que quería que tú y
yo quedáramos bien ¿no es cierto? Sabes que eres y serás importante para mí,
sin embargo, esos comentarios dirigidos hacia mí son groseros y me sientan mal,
porque pienso y CREO, que después de todo lo que hablamos todo esto moriría. Y,
sin embargo, tú no lo estás haciendo comentándoselos a tus amigas. Son tus
amigas, pero no le des larga a la confianza con ellas y contarles lo que
sucedió, porque sabes bien como son ellas y las consecuencias las estás viendo
y veo yo, ahora mismo. Si me vas a decir algo tú a mí por mis comentarios,
¿cómo no quieres que me exaspere al ver que dicen ésas cosas de mí? ¡Me están
llamando puta, por Dios! ¿Me debo sentir bien con eso? ¿Y más sin son personas
que no tienen arte ni parte de lo que los tres hablamos y acordamos? Sin
rencores, ¿recuerdas? Y eso es lo que quiero porque siento que es lo mejor, pero
ellas no están ayudando y tú menos, al estar le diciendo todas esas cosas.
Sí pudieras abstenerte o detener esa
clase de comentarios o esas personas que se supone que tienes por amigas, que
yo creo que hasta a ti no te sientan bien esos comentarios dirigidos para mí,
deberías darle su lugar y su puesto. Si no lo haces, lo haré yo, y te prometo
que no te gustará para nada la manera en que lo haré. Ten un buen día, espero
que sí lo tengas y en la universidad todo esté marchando muy bien. Abrazos.”
Tomo un suspiro luego de haber leído
eso, así como cuando lo leí por primera vez a las 6 de la tarde mientras
esperaba el bus universitario que me llevaría a casa. Recuerdo que en ese
momento le pedí opinión a una chica que me atraía de alguna manera extraña pero
más que eso, era una amistad bastante divertida y para esos momentos,
necesitaba de ese tipo de personas conmigo. Mi amiga, estaba molesta al igual que
todos mis amigos y familiares cercanos, sin embargo, todos reaccionan de
distinta forma.
Ahora mismo, súbete a mi máquina del
tiempo y volvamos a las 20 horas del día, que fue el momento cuando me digné a
contestar después de tanto pensar. Citaré mis palabras textualmente en ese comienzo de la respuesta que
jamás hubiese dicho como hoy por hoy, veo las cosas.
“Hola, Rossana Belén.
He estado muy bien en los
últimos días. No te preocupes por cómo esté, no tienes por qué hacerlo. No como
para tener una necesidad de saberlo. Tranquila. Responderé las preguntas.”
Si desde que soy consciente de
mis acciones he tratado de ser lo más sincero posible ¿por qué tuve que
comenzar diciendo mentiras? Con solo comenzar a leer todo ya sabes que lo demás
será malo, porque comencé mal.
No, no hay que hacerles caso a
los demás, los demás están de más. Yo no había estado muy bien en los últimos
días, hacían aproximadamente 15 días que habíamos terminado, me presté como un tonto
para unir dos almas gemelas mientras yo por mi parte, me iba solo y derrotado
pero “con la frente en alto”.
No, una mierda la gente, esa
que te dice que no tienes que demostrar que estás mal solo porque ella o él
esté muchísimo mejor, evidentemente. No, ¿Por qué ser hipócrita? ¿Por qué según
ellos, nadie y sobre todo ella merecen ver mi melancolía? Es absurdo, si tanto
dicen, entonces, ¿Ella merece “creerse” que estoy bien y mejor, ahora que ha
dejado nuestra relación que había pasado por tanto, solo por estar con alguien
que le ofrecía un mejor futuro a corto plazo más que yo? Aquí, los demás me
dirían que mi posición no es conmutativa respecto a sus opiniones y filosofías
erradas.
Hemos llegado a la fecha
exacta, siéntate y ponte cómoda.
01/07/2016
20:24
“Hola, niña bonita. De bonitos
ojos, de perfecta voz, de corazón puro pero por ahora, corrupto.
No he estado muy bien, duele
mucho no tenerte y aún no me acostumbro a decir “te amo” al aire libre. No me
acostumbro a las notas de voces silenciosas, a los buenos días oscuros y a las buenas
noches amargas. Decirte que estoy bien, sería mentirte. Yo no le veo sentido a
muchas cosas, ahora. Aunque tengo fe de que en un tiempo pueda hacerlo y luego,
invitarte un café helado ya que es el que más pasas y disfrutas, como la niña
bonita que eres.
Sé que mi actitud no ha sido la
más correcta y que he involucrado a ciertas personas cuando no debió haber sido
así. He generado consecuencias que juro, no las pensé. De mi boca, de mi
consciencia, de mi ser, no ha salido comentario alguno que implique vejarte de
alguna manera. Nunca, y nunca sucederá. Y si lo has creído o te lo han dicho,
has creído una mentira más.
Niña bonita, tanto como te ha
disgustado a ti, me ha disgustado a mí pero, a diferencia de ti, yo puedo
detener esta bazofia social que he creado con mi tristeza repugnante. Ahora
mismo me pongo en ello y voy a colocar las cosas en su lugar, porque es mi
problema. Pero, a partir de este momento. No hay rencor, no lo tengo, no
tendría sentido más conociéndome tú tanto como nadie. Te pido nuevamente que me
disculpes, niña bonita.
Que estés bien, cuídate.”
Y así, te detienes en ese
instante en que terminas de leerlo y te pregunto ahora, ¿qué hubieses
respondido?
Posiblemente, te hubieses
sentido incómoda por haberte dicho niña bonita, pero creo que lo hubieses
soportado más que él.
Así que niña bonita, me
encuentro a la espera del momento en el que pueda ir a tomar un café helado viéndote
como una persona más de mi círculo amistoso y curiosamente, contarte de mi
vida, luego de: ‘lo que fue de nosotros’.