diciembre 2016 ~ Pensamiento y Poesía

Bienvenido; aquí encontrarás parte de lo que escribo. Escritos líricos y poéticos con rimas y sin ella, escritos en prosas y experiencias de mi vida. Cada entrada que leerás tendrá un sentimiento distinto, poemas con algún significado real y que tu lo interpretarás. Intenta descubrir que puede haber en mi mente y vas a sorprenderte.

¿Se puede amar tanto a alguien?

MI AMIGO, ¡CUÁNTO TE NECESITO!

ENTRANDO A OTRA VIDA

PENSABA EN REALIDAD, CÓMO TE QUIERO

ME TENGO QUE IR

¡Hola! ¿Cómo te va?

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viernes, 30 de diciembre de 2016

¿Qué me pasa? Mi mente está jugando conmigo y no encuentro palabras para describir lo que estoy sintiendo ¿nostalgia, quizás?

Estoy entrando en el subsuelo, como si no hubiese oxígeno y sintiendo un mareo escucho una voz. Me despabilo pero mi cabeza retumba por segundos. Y es cuando veo su sonrisa por primera vez y ahora que le conozco, me pregunto consternado: “¿en dónde estaba metida todo este tiempo?”

Más allá de lo que espero, es lo que busco. Aunque pareciera que nos separa mucho, de momento pienso que es el comienzo. Siento como si mi realidad estuviese sumergida en una película, el mundo me da vueltas y ella baila frente de mí. El humo que recorre por mis pulmones, me zumba en la sensación de estar dentro de un avión que en segundos hará un aterrizaje forzado. Me confundo y me repongo, parezco tímido y estoy callado porque: "los callados somos los peores diablos". No sé qué pasará después y, aunque hoy sentí tanta nostalgia, no podré decir que me he enamorado de la dulzura de una voz solo por adornar mi sentido auditivo y hacerme sentir satisfecho, sino porque mientras digo estas últimas palabras en la oscuridad, algo me espera detrás de la puerta que está a mi lado izquierdo y mis pelos pone de puntillas.

Entonces sonrío y me animo a seguir esperando de mi alma gemela, el amor que ella evidentemente, no puede darme. Por ahora…

lunes, 26 de diciembre de 2016

Hola, niña bonita. Esta es la respuesta que te debí haber dado cuando me dijiste y/o reclamaste tu disgusto que evidentemente por mi culpa, te había provocado.

Hola, niña bonita. Así debió haber comenzado mi respuesta, porque lo eres, pese a todo, una niña bonita. Mi mejor amiga siempre diciendo la verdad en todo, aunque no estés de acuerdo. Recuerdo que ella me dijo que no alargara mi respuesta diciendo cosas innecesarias, pero aun así no le hice caso. Terminé colocando una mega respuesta innecesaria llena de incongruencias estúpidas y si pudiese regresar el tiempo y volver a responderte, comenzaría diciéndote lo bonita  que eres.

01/07/2016
07:55

“Buenos días, Enrique. Espero estés teniendo una grandiosa semana y por hoy, una grandiosa mañana y que tu día se alargue y llené tu alma de alegría. Te escribo por dos motivos:
1.      Porque  quería saber cómo estabas desde hace muchos días, tenía ésa necesidad. Y…
2.      Porque me he topado con algo ésta mañana que me ha incomodado bastante, y para evitar una imprudencia de las mías, decidí escribirte.

Me ha llegado desde que encendí la tabla las notificaciones de twitter un comentario de ‘Ella’, y quisiera preguntarte algo a ti: ¿Tiene necesidad el mundo de saber lo que hice? ¿De qué manera quieres que me disculpe, Enrique? Vuelvo y repito como aquél lunes en la mañana, sé lo que hice no estuvo bien, para nadie, y más por la relación que nosotros teníamos y tantas mentiras no son buenas para la conciencia de uno, y los sentimientos de los demás. Sin embargo, sé que es difícil de aceptar que aún esto sucede y que yo quiero comenzar desde cero para demostrarles a los que me rodean que de verdad puedo cambiar mis mentiras y para demostrarme a mi primero más que todo, que puedo hacerlo y lo haré.

Ahora, yo te dije que quería que tú y yo quedáramos bien ¿no es cierto? Sabes que eres y serás importante para mí, sin embargo, esos comentarios dirigidos hacia mí son groseros y me sientan mal, porque pienso y CREO, que después de todo lo que hablamos todo esto moriría. Y, sin embargo, tú no lo estás haciendo comentándoselos a tus amigas. Son tus amigas, pero no le des larga a la confianza con ellas y contarles lo que sucedió, porque sabes bien como son ellas y las consecuencias las estás viendo y veo yo, ahora mismo. Si me vas a decir algo tú a mí por mis comentarios, ¿cómo no quieres que me exaspere al ver que dicen ésas cosas de mí? ¡Me están llamando puta, por Dios! ¿Me debo sentir bien con eso? ¿Y más sin son personas que no tienen arte ni parte de lo que los tres hablamos y acordamos? Sin rencores, ¿recuerdas? Y eso es lo que quiero porque siento que es lo mejor, pero ellas no están ayudando y tú menos, al estar le diciendo todas esas cosas.

Sí pudieras abstenerte o detener esa clase de comentarios o esas personas que se supone que tienes por amigas, que yo creo que hasta a ti no te sientan bien esos comentarios dirigidos para mí, deberías darle su lugar y su puesto. Si no lo haces, lo haré yo, y te prometo que no te gustará para nada la manera en que lo haré. Ten un buen día, espero que sí lo tengas y en la universidad todo esté marchando muy bien. Abrazos.”

Tomo un suspiro luego de haber leído eso, así como cuando lo leí por primera vez a las 6 de la tarde mientras esperaba el bus universitario que me llevaría a casa. Recuerdo que en ese momento le pedí opinión a una chica que me atraía de alguna manera extraña pero más que eso, era una amistad bastante divertida y para esos momentos, necesitaba de ese tipo de personas conmigo. Mi amiga, estaba molesta al igual que todos mis amigos y familiares cercanos, sin embargo, todos reaccionan de distinta forma.

Ahora mismo, súbete a mi máquina del tiempo y volvamos a las 20 horas del día, que fue el momento cuando me digné a contestar después de tanto pensar. Citaré mis palabras textualmente en ese comienzo de la respuesta que jamás hubiese dicho como hoy por hoy, veo las cosas.

“Hola, Rossana Belén.
He estado muy bien en los últimos días. No te preocupes por cómo esté, no tienes por qué hacerlo. No como para tener una necesidad de saberlo. Tranquila. Responderé las preguntas.”

Si desde que soy consciente de mis acciones he tratado de ser lo más sincero posible ¿por qué tuve que comenzar diciendo mentiras? Con solo comenzar a leer todo ya sabes que lo demás será malo, porque comencé mal.

No, no hay que hacerles caso a los demás, los demás están de más. Yo no había estado muy bien en los últimos días, hacían aproximadamente 15 días que habíamos terminado, me presté como un tonto para unir dos almas gemelas mientras yo por mi parte, me iba solo y derrotado pero “con la frente en alto”.

No, una mierda la gente, esa que te dice que no tienes que demostrar que estás mal solo porque ella o él esté muchísimo mejor, evidentemente. No, ¿Por qué ser hipócrita? ¿Por qué según ellos, nadie y sobre todo ella merecen ver mi melancolía? Es absurdo, si tanto dicen, entonces, ¿Ella merece “creerse” que estoy bien y mejor, ahora que ha dejado nuestra relación que había pasado por tanto, solo por estar con alguien que le ofrecía un mejor futuro a corto plazo más que yo? Aquí, los demás me dirían que mi posición no es conmutativa respecto a sus opiniones y filosofías erradas.

Hemos llegado a la fecha exacta, siéntate y ponte cómoda.

01/07/2016
20:24

“Hola, niña bonita. De bonitos ojos, de perfecta voz, de corazón puro pero por ahora, corrupto.

No he estado muy bien, duele mucho no tenerte y aún no me acostumbro a decir “te amo” al aire libre. No me acostumbro a las notas de voces silenciosas, a los buenos días oscuros y a las buenas noches amargas. Decirte que estoy bien, sería mentirte. Yo no le veo sentido a muchas cosas, ahora. Aunque tengo fe de que en un tiempo pueda hacerlo y luego, invitarte un café helado ya que es el que más pasas y disfrutas, como la niña bonita que eres.

Sé que mi actitud no ha sido la más correcta y que he involucrado a ciertas personas cuando no debió haber sido así. He generado consecuencias que juro, no las pensé. De mi boca, de mi consciencia, de mi ser, no ha salido comentario alguno que implique vejarte de alguna manera. Nunca, y nunca sucederá. Y si lo has creído o te lo han dicho, has creído una mentira más.

Niña bonita, tanto como te ha disgustado a ti, me ha disgustado a mí pero, a diferencia de ti, yo puedo detener esta bazofia social que he creado con mi tristeza repugnante. Ahora mismo me pongo en ello y voy a colocar las cosas en su lugar, porque es mi problema. Pero, a partir de este momento. No hay rencor, no lo tengo, no tendría sentido más conociéndome tú tanto como nadie. Te pido nuevamente que me disculpes, niña bonita.

Que estés bien, cuídate.”

Y así, te detienes en ese instante en que terminas de leerlo y te pregunto ahora, ¿qué hubieses respondido?

Posiblemente, te hubieses sentido incómoda por haberte dicho niña bonita, pero creo que lo hubieses soportado más que él.


Así que niña bonita, me encuentro a la espera del momento en el que pueda ir a tomar un café helado viéndote como una persona más de mi círculo amistoso y curiosamente, contarte de mi vida, luego de: ‘lo que fue de nosotros’.

viernes, 16 de diciembre de 2016

Este es mi tiempo, distinto al tuyo cuando menos me lo esperé.

¿Por qué sigo aquí? Donde mi vida se destroza, donde mis sueños se desploman y donde no sé hacer otra cosa que pensar en ti. Me pregunto una y otra vez la misma pregunta, porque por más junta que tenga mi alegría a la tuya, tú simplemente la desechas. Porque tienes a alguien más y lo conseguiste antes de dejarlo todo por mí, que a pesar de ser poco, era mi alegría.

Dime ahora, ¿cómo hago para aplacar el dolor? Como hubo amor, sé que hubo tristezas, pero una fortaleza siempre surgía y la felicidad luego abundaba. Me he convertido en una persona que siempre habla a solas consigo misma, me levanto a horas tempranas por las mañanas, cojo el bus universitario y en el recorrido de 1 hora para llegar a mi destino a las 7:00 horas, mientras otros duermen por haber estudiado mucho la noche anterior o por irse de parranda se acostaron tarde, yo estoy pensando en qué será de tu vida ahora. Sí, porque si a mí me va tan mal no teniéndote a mi lado, a ti debería irte bien y mejor por lógica humana. Entonces, me digo: “no sé si sentirme bien, porque estás mejor o sentirme peor porque estoy mal”. El tiempo no es el mejor maestro del olvido o el doctor que sana todas las heridas, el tiempo solo te ahorca y te hace sufrir, te recuerda a cada instante la felicidad de tu pasado y te grita que jamás volverá a suceder.

Pero, por favor dime, ¿cómo dejo de sufrir? Sí, no puedo negar que escribir, escuchar mi banda y género musical favorito me despeja la mente de tu ecuación ordinaria, que me saca las raíces cuadradas y me simplifica la tristeza momentáneamente, pero ¿Y cuándo no hay música? ¿Y cuándo no hay banda favorita? ¿Y cuándo el silencio abunda en mí ser? ¿Y cuándo salgo a la calle a observar la vida y así, todo se parece o me recuerda a ti? Solo allí, en esos momentos inoportunos  ¿cómo dejaría de sufrir?

Mi mente me destruye, me dice que no siga sufriendo, me dice que salga corriendo, me grita que no sea más un tonto; pero me confunde porque también me dice que siga sufriendo, que llore tu ausencia, que sienta el vacío en mi estómago y nunca olvide ese ataque de tembladera que me daba cuando ni había frío y ni hacía calor, pero sabía que faltaban solo segundos para hacer el amor.

Otra vez, te pregunto y dime, ¿Cómo detengo esta sensación en mis sentimientos? Porque te fuiste y me quedé en el limbo pensando en algo que por más que quiera, tú no vas quererme más. Soy, el que está en el fondo del mar, que se ahoga en el atardecer mientras te ve a la orilla besándote con él y diciéndole: “El cielo y tú, tienen el mismo encanto.”


“No creo que sea el tiempo quien todo lo cura, pero sí creo que lo tapa todo con una fina capa de polvo de olvido”, esas son tus palabras e igual que tú, yo tampoco lo creo aunque también lo crea. Sé que aunque el tiempo transcurra de esta manera, aun así, sigue siendo el peor maestro de todos.

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Entraste en mi alma, para no salir de ella y te agarré de la mano porque pensé que nunca me soltarías, pero me equivoqué.
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