Hoy soy una persona que puede disfrutar de la
libertad, no me hace falta tu amor, no hace falta saber de ti ni mucho menos lo
que pienses de mí; aunque en mí ya no pienses. El tiempo solo sirvió para darme
cuenta que no tengo que estar con nadie pero que por más que luche, no puedo
quitarme el peso de seguir amándote aun cuando el tiempo es más grande de lo
que duraste amándome, supuestamente.
Las personas saben mentir muy bien ¿Quiénes les
enseñan? ¿Cómo aprendiste a mentir tan fácil? ¿Hay clases para aprender a
mentir? La verdad es que no entiendo cómo se puede ocultar en una relación, que
no amas a tu pareja. ¿Tantos “te amo más que nadie” ahora evidentemente falsos porque
te has enamorado de la persona con la que me engañaste? ¿Realmente tu primer
amor? Vaya, cada vez tengo menos fe en el amor de las personas. Sí, ya sé que
te he idealizado como alguien totalmente hipócrita pero me sorprende mucho… ¿O
quizás no?
Aun cuando parece que tengo una prueba en mis narices
no creo lo que aparentemente has espetado; siempre he pensado que hay algo más
detrás de todo. Sí, no fuiste mi primer amor y aunque hayas sido el último, te
reconozco como la persona que en su momento me hizo más feliz que nadie y,
trato de entender que ahora tienes un nuevo amor y creas que sea el primer amor
de tu vida pero incluso aunque pueda ofrecerte lo que yo no podía en ese
momento te darás cuenta que muchas cosas no son así. Él no es tu primer amor,
yo lo fui. ¿Tienes miedo a decirlo? Yo no tengo miedo a escucharlo ¿quién tiene
miedo entonces? ¿Él? Vale, ¿y si tú no lo dijiste y fue él? Es más creíble.
Pero nunca lo sabré, porque no tengo pruebas y sería tonto que las buscaras,
creo que la única prueba que quisiera tener es que eres más feliz con él que
conmigo, que con nadie más.
Gozaré de la libertad que recuperé cuando me
engañaste, nunca es tarde para aprender, ¿no? Eso lo dijiste tú y al parecer te
va muy bien después que fuiste perdonada de tus pecados. Pero mientras goce de
esta libertad volveré a ser tan diablo como nunca fui o como dejé de serlo por
empeñarme en que el amor realmente existe.
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