Quiero que estés conmigo. Aunque me caiga al
abismo tratando de tenerte. Aunque ya llegué al vacío, pareciera que te tengo,
pero no es así. Me desvivo pensando en ti, y cada noche en la que duermo y
sueño contigo. ¿Por qué tengo que sufrir de este mal? Ya no te quiero amar, ya
no creo en tus palabras a pesar de volverme fiel creyente de tus acciones. Es
lo que importa ¿no? Porque cada vez que haces algo tú no te das cuenta cómo me
afecta, lo que siento y lo que pienso, pero lo haces y me jodes, porque soy el
rascacielos que construiste con tu voz pero que derrumbas con tus acciones.
No tengo más nada que hacer aquí entre un
supuesto amor que no hay. Solo, es como debo estar, a pesar de tener la manía
de querer estar con alguien. La soledad es mi miedo y no me agrada estar solo,
pero tienes que marcharte porque se acabó.
Ya me cansé, hoy me olvido de todo. Porque la
única manera de matar algo es olvidándolo y mataré el amor que siento por ti
olvidándote. Ya no quiero ser el que siempre te motive, ya no quiero que tus
problemas me afecten. Todo lo que te he dado ha sido incondicional pero estoy
siendo torturado por mis pensamientos y no puedo seguir viviendo así, no puedo
ser masoquista con tanto dolor que siento. Me duele el corazón y no sabes
cuánto, ese vacío y sabor amargo de boca que se produce en mí cuando tratas de
ocultarme algo es aborrecible. Entonces ¿qué es esto? ¿Una ilusión? Porque si
es así, ya no seguiré viviendo en una mentira. No seguiré escuchando una voz
que me dice algo y un cuerpo que hace lo contrario, no quiero que me busques
más porque estoy agotado, con sed de tranquilidad y tumbado en el suelo.
No quiero estar más tirado en el suelo, no
quiero experimentar más el abismo por querer estar contigo. Lo siento, vete de
mi vida ahora mismo. Te abro la puerta y sigue siendo libre, porque conmigo también
lo eras. En cambio, yo era un prisionero atado a una farsa que me hiciste
creer. Así que seguiré un nuevo camino, solo, con mi tranquilidad mental.
Se acabó el nosotros que nunca hubo.