A ti, cariño.
No puedo imaginarme un mundo
sin ti, no sin tu dulce voz decirme ‘te amo’.
Ni mucho menos sin mirar a tus
ojos cuales me transportan a otro universo donde solo somos tú y yo, y nadie
más. Hoy sé, que amar es un significado que es difícil de comprender, pero contigo
he aprendido muchas cosas; ir más allá de comprender el significado de amar… Y
agradezco al universo de tenerte.
A ti, cariño, te diría a cada
instante que es para mí una dicha que me ames, que me hagas feliz, que a pesar cuántos
puntos distantes de recinto haya, sabes y sé, que también puedo hacerte feliz y
lo hago siempre, y siempre lo seguiré haciendo.
Porque, ¿podrías imaginar que
no seas feliz? No lo soportaría, más cuando sé todo lo que me das tú a mí.
Siento que tengo tantas cosas
que decir, pero, si las digo todas hoy te aburrirías de tanto leer. Por lo que,
he decidido que lo mejor será decírtelo con mi voz. Pero tendrás una referencia
acá.
Oye, cariño recuerda que tienes
la sonrisa más perfecta que he logrado ver y sentir. Sí, sentir. Me he quedado
dormido en tus brazos una vez y por cierto, es maravilloso la gratitud de saber
que tus brazos son mi hogar y que no pienso irme nunca de allí. Ahora mismo
estoy imaginándome que estés sonriendo, estés donde estés. Eres mi oxígeno,
como lo expliqué hace un tiempo. Si se puede amar tanto a alguien, mi amor por
ti tiende al infinito positivo. Y créeme, jamás dejaré que te apartes de mí.
Imagina, te he confiado tantas
cosas y me has aceptado tal cual soy, estamos en una lucha constante, donde el tiempo que se estipuló atrás y en el pasado para
que estemos juntos, pareciese largo, pero no lo es. Porque ya se fue un
año, y es uno menos. Después que llegue el día, cada mañana veré en tu
fisonomía, un bostezo. Y me moriré por besarte y lo haré.
¿Dónde puedo estar más seguro
si no es en tus brazos? Sigo allí, sigo viéndote y sigues cantándome, tu dulce
voz que coloca a las mariposas bailar en el aire y, a los pajaritos unirse en
un conjunto de melodías que son precisas y acompañan el sonido de tu canto
susurrado en mi oído, me coloca los pelos de puntas y también mi corazón
galopar de la emoción. Tú, y tú perfección me hacen sentir que si existe vida
luego de la muerte. Por lo que me digo, si no te encontrara en primera
instancia allá, te buscaría. Porque eres la mejor opción para estar toda la
existencia de tu acompañamiento.
Un día más, un mes más sumado
al año, un día bastante especial. ¿Y cariño mío, cómo no serlo? Si hace 28
meses me abrazaste de la emoción y pactábamos una vida llena de felicidad. Y de
alegría y de melancolías. Estas últimas, trato de reprimirlas, porque no
soporto verte triste, no soporto cuando las cosas andan un poco fuera de lugar,
y más aún cuando las soluciones se salen de mis manos y me siento un inútil.
Te amo tanto…, estuve pensando
en tu segundo nombre, es tan precioso y tan nostálgico mencionarlo en mis
pensamientos. Esta noche te invito a esperar la madrugada, esperar como el
cielo luego que cese la lluvia, muestre sus estrellas bastante emocionadas al
besarnos debajo de ellas. Sí, y acariciarte la mejilla, decirte cuánto me haces
feliz; lo haces de una manera que me deja sin palabras pero que termina sacando
luego lo mejor de mí.
Amo el color de tu piel, como
las nubes se parece. Tus ojos, con unas pupilas que están teñidas del color de
una pera y que a veces se podría decir que parecen ligarse con el color
amarillento que cubre las semillas de una parchita.
–Vamos a dormir. Me dirás
mañana, cuando estemos en nuestra sala viendo la lucha libre.
– ¿Solo dormir? Te responderé y
te llevaré en mis brazos besándote por toda la casa, hasta llegar a nuestro
cuarto.
Quiero perderte nunca, te
quiero a mi lado como mi corazón para vivir. Y aunque sé que no vas a dejar que
se detenga, te diré que, quiero que me sigas llenando de felicidad.
Que cesen los tiempos de
melancolía donde me encuentre en ausencia, y que no llegue cuerpo que rellene
mi espacio. Porque nuestro tiempo cada vez está más cerca y las etapas no duran
para siempre, pero tú si durarás por siempre conmigo, pues no eres tú una
etapa, sino que eres parte de mi vida e indispensable para vivir feliz.
Te amo inmensa e infinitamente.
Sigamos caminando ya que,
cuando lleguemos, dormiremos juntos todo el domingo.