Son
como lobos feroces
Que
esperan a que te suelte,
Los
animales más poderosos,
Seres
desconsolados y temerosos.
Son
como águilas famélicas
Que
esperan tenerte en estanques
De
soledad, de envidias satíricas,
Seres
codiciosos y mentirosos.
Son
como accidentes en caminos
Que
esperan a que te suelte,
Creyéndose
paramédicos en auxilios
Pero
que dejan circundante dolor ajeno.
Estos
son los hombres débiles
Que
esperan a que estés sola,
A
que no te escriba,
A
que me extrañes…
Porque
su oportunidad es el delirio
De
lo que pudo ser y no fue,
De
mis noches lastimeras
Y
mis lágrimas sedientas de ti.
Sí,
hombre oportunista de amor,
Carente
de sentido y cazador.
Porque
espera a que te deje sola
Para
llevarte a la orilla como ola.
Ola
que él atrapa y egocéntrico
Cómo
lo logra, pues se lo propone,
Pero
ahora vive con el miedo
De
que lo dejen como a mí.
Solo
porque no aguantó
Que
yo me volteara un rato
Para
tomarte en sus brazos
Y
dejar los míos en quebranto.
Pero
¿voy a soltarte
Aun
cuando vea en ti
Esos
ojos que me matan,
Que
me excitan y me ablandan?
Ni
loco, ni que perdiera
La
memoria que te conoció,
Pero
esto sucede siempre
Y
aun así esperarán a que te suelte.