Melodías de instrumentos
Y una mujer al fondo,
Entre olas de lamentos
Nado en un mar hondo.
Me siento tan perdido
Que tratando de escapar
Con un brazo destruido,
Siento que me va atrapar.
Es muy dulce pero inhumana,
Entonces mis ojos cierro
Pensando en que emana
Los sentimientos que entierro.
Porque yo no puedo amar
A quien no me ha amado,
Es como tener que admirar
Al mendaz que ha triunfado.
No son un juego mis emociones
Ni mucho menos el sentimiento,
Aunque ya le viví y son nociones
La dignidad es el desprendimiento.
Basta con moverse despacio
Dulce voz, nena, dulce andar,
Con tu feroz vil desprecio
No me abraces en el mar.
¡Aléjate! ¡Piérdete de aquí!
Quiero en mi vida un giro
¡No te quiero, estás allí!
Y ya no doy un respiro.
Me olvido de esa canción
Y de aquellas lágrimas falsas,
Tomaré cualquier acción
Para un nuevo amor de alzas.
Porque se acabó el triste poeta,
Y los versos tristes y sin rieles,
Es mi renacer, el renacer del poeta
En un poema a los amores infieles.
0 comentarios:
Publicar un comentario