Despertar y dormir.

Todos los días es lo mismo, recién me despierto en las mañanas me quedo acostado pensando y pensado... La verdad es que, el silencio de mí alrededor me agobia y los gritos de mis pensamientos me atormentan. Hay muchas razones, pero la que más destaca es esa que no parece ni un poco no importante. Porque es todo lo contrario. Siempre he querido, desde niño, poder saber los acontecimientos del futuro si se tomara una decisión. Por supuesto que, todo llega a parecer un pensamiento de ficción y aun así, sigo queriendo tener ese poder de controlar el tiempo, o viajar en él de manera independiente. Y es que hoy yo no soy esa persona que antes era. Y es que, aun sabiéndolo, era catalogado con un ser optimista, que era feliz sobre todas las cosas y que su felicidad no dependía de nadie. Ahora, soy poco optimista, mi felicidad tiene máximos y mínimos, y además depende de alguien. Recuerdo que aprendí eso cuando me desprendí de alguien que amaba intensamente pero recalco, yo no era una buena persona. Yo hacía daño a las personas que decía amar. Eso fue lo que me hizo cambiar, sin embargo, ahora no lo hago, ahora simplemente amo incondicionalmente. Una vez que entras a este ámbito, te consumes de tal manera que olvidas tú bienestar para brindárselo al otro. Pero, yo no estoy haciendo esto último. Porque para hacerlo, tengo que desprenderme y creer que mi amor incondicional ya no será incondicional.

¿Te imaginarías una madre que deje de querer a su hijo y no lo vea como su hijo, porque una vez que se fue, conoció a otro niño que le daba la misma felicidad que su hijo? Es algo un tanto enredado lo que he dicho, pero es que nadie entiende que, el amor incondicional crea lazos irrompibles. El amor de madre es incondicional, aunque perdiera a su hijo, ése será su hijo para toda la vida y siempre va a quererlo como la primera vez cuando supo que estaba embarazada y hasta muchísimo más. Y siempre quiere lo mejor para él, aunque él tome decisiones que ella sabe, no dan buena pinta. Ella pierde comunicación con él, él no sabe cómo comunicarse con ella. 15 años después se ven, ¿crees que esa madre y ese hijo van a dejar de quererse con la intensidad con la cual se despidieron hacía 15 años? No, jamás. 

         El amor incondicional es así. Sin embargo, estoy comenzando a pensar que nadie más ama incondicionalmente sino es una madre. Porque yo puedo sentir que amo incondicionalmente pero, si lo hago a una persona que no demuestra reciprocidad, ¿mis ánimos subirían o bajarían? En mi caso, bajarían y estarían en alerta al día en que todo acabe, para que el dolor no sea tan fuerte. Porque para que todo se acabe, basta solamente con que lo crea 1 sola persona y escribe en el libro ficticio de la vida la fecha de ruptura. Entonces te preguntas, ¿Vale la pena que sigas? ¿Vale la pena el tiempo que ha pasado? Una vez que se acaba mi mañana me doy cuenta que ya es de madrugada y tengo que irme a dormir. Pero solo basta pensar para no poder hacerlo. Y los pensamientos me llevan a otro universo y recibo una llamada y ni te imaginas lo que sucederá.

Continuará...